domingo, 1 de febrero de 2009
Correo
Por: Esaú González, Domingo, 01 de Febrero de 2009
Pénjamo
Miles de astrónomos profesionales y aficionados llegaron a la zona arqueológica de Plazuelas en Pénjamo para admirar el cielo con sus constelaciones y astros.
Desde muy temprana hora, San Juan Plazuelas, se tornó azul, blanco, rojo y principalmente un color tan tenue que era el ideal para poder admirar parte de los iconos que han inmortalizado al cielo desde la época griega y venusina.
Los campos que generalmente se usan como lugares de cultivo, cambiaron su tenor como sitios de estacionamiento, mientras que las viviendas formaron un cúmulo de pequeños restaurantes de comida mexicana, incluso en algunas casas se vendían piedras talladas con figuras prehispánicas.
Una gran fila de hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad, abarcaban la avenida principal que fue tapada a la circulación de vehículos, pues el ambiente recordaba el tiempo en que los otomíes o mayas subían a la parte alta de su observatorio, es decir Plazuelas.
En la parte alta y a la entrada de Plazuelas, algunos de los voluntarios estaban regalando planisferios celestes, con sus estrellas y constelaciones de acuerdo con cada época del año.
En el suelo, cientos de personas estaban recostadas viendo como el cielo había formado tan grandes maravillas que a miles de años que se formaron, todavía ha sido difíciles de descifrar o al menos de entender.
"Mira mamá el cinturón de Orión" decía una niña a su madre para explicarle que al menos una parte de lo que había aprendido en la escuela, lo estaba ocupando en la "Noche de Estrellas", pues había logrado identificar a tres estrellas juntas que regularmente se les conoce como "los reyes magos".
El ambiente era el propicio, el cielo estaba despejado, no hacía tanto frío, el viento casi era imperceptible y en la explanada de Plazuelas un lugar que en su tiempo pudo haber sido un observatorio según los arqueólogos, su imagen evocada la vista al cielo.
UN ASTRÓNOMO DE ALTURA
Para Cesar A. Caretta, miembro del Departamento de Astronomía de la Universidad de Guanajuato, los problemas sociales y las fronteras se rompen con la inmensidad de todo el Universo.
El astrónomo originario de Brasil relató que desde niño estaba interesado en conocer que había en el cielo, en descubrir por que se habían formado las constelaciones y en general romper con los cánones de la humanidad con la astronomía.
Su preocupación en esta noche de Estrellas es que la población apreciará que la tierra no sólo basta, que se pueden romper barreras que son difíciles de alcanzar.
La familia del señor Carlos Aguayo, es una aficionada de corazón a la astrología y a sus principios, pues desde hace años que se han puesto a observar el cielo con un pequeño telecopio que adquirieron "por el interés de ver hacía arriba".
El hombre originario de Pénjamo, comentó que por las tardes sale con su hija a caminar y observar las estrellas por que señaló que desconoce como se llaman aquellos conjuntos de astros que forman las constelaciones.
"Llevó a mis hijos todos los días a ver hacía arriba el cielo; no conozco constelaciones, solamente me llama la atención el cielo, pienso que sólo somos una parte muy pequeña del universo, la mente no alcanza a comprenderlo" puntualizó el penjamense.
"Tengo 20 años que empecé a estudiar; hace más de treinta que quería ser astrónomo y desde niño me imaginaba cosas, en mi meta pasaban muchas cosas; no me basta la tierra simplemente las peleas de la gente, las fronteras quería el Universo, desde niño busque literatura de las estrellas y hasta que llegue a ser profesional tome un telescopio en mis manos", mencionó uno de los encargados del evento.
Al evento asistieron alrededor de 5 mil personas.
Se instalaron 12 telescopios de diversos tamaños dirigidos en diferentes posiciones.
En la noche de estrellas se pudo observar a Venus, la Nebulosa de Orión, Hidra, Pollux, Procyon, Sirio, Alphard, Regulus y Capella, Tauro Cochero, Gemínis entre otros.
Hubo doce especialistas, maestros y estudiantes de astronomía del Departamento de Astronomía de la Universidad de Guanajuato.
Se formaron grupos guiados para observar el cielo, los cuales fueron recostados en el suelo con planisferios celestes que fueron entregados de forma gratuita por personal del INAH.
Etiquetas: Guanajuato, Noche de las Estrellas, Prensa
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